LO QUE UN ÁRBOL PUEDE REALMENTE OCULTAR
El ambientalismo de los ricos
Por Franck Poupeau, El Diplo, EDICIÓN SEPTIEMBRE 2020 | N°255
¿Viven los bosques? ¿Qué sienten los árboles? Desde hace una década, muchos sociólogos y antropólogos cuestionan la separación entre naturaleza y sociedad heredada de la Ilustración. Algunos consideran a los no-humanos como “actores” de pleno derecho. ¿Cuáles son las implicancias de semejante enfoque?El
l libro de Anna Tsing, The Mushroom at the End of the World (1) [El hongo del fin del mundo], fue celebrado como uno de los trabajos más importantes de la antropología contemporánea, y sin duda realmente lo es, pero quizás no por las razones esgrimidas. Con una prosa agradable y la exposición accesible de investigaciones relativamente nuevas, analiza una entidad no humana, el matsutake: un hongo que sólo crece en los bosques dañados. Este organismo recolectado por pobres para ser vendido finalmente como un producto de lujo en Japón se convierte en el hilo de un relato que pone en escena el trabajo precario –veteranos estadounidenses, recolectores del Estado de Oregon, inmigrantes clandestinos– y, sobre todo, las relaciones entre los humanos y la naturaleza.
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